26 junio, 2007

Generación Iron Maiden vs. oídos educados en la cola de las tortillas

Mucho me preocupa (que no la jalada esa de los pamboleros que dicen "me ocupa no me preocupa", nunca antes tan mal usada una palabra) la proliferación indiscriminada de una neo ola de adoradores de esa cosa aberrante llamada Timbiriche.
Desde el messenger del siempre amigo, pero nunca portador de un gran gusto musical (ya no entramos en otros gustos porque no es el tema) Flac Basilio, se lee en su nickname que muy ufano y hasta de nariz respingada pone "Soy generación Timbiriche". Chaaaaaaaaaaaaaaaale, cuando lo leí, cual portador de los estigmas del señor me sangraron las niñas de los ojos y creo que hasta violadas salieron las pobrecitas.
Inchi flaco mamón, espero, pero creo que no es así, que sea una broma, una manera de hacerte notar, un desliz dactilar, o cuando mucho un síntoma de bipolaridad, pero no puedo concebir que alguien que se dice el fan número uno de Dalí, me salga con que algo que marca su vida y su existencia es una agrupación seudomusical donde su exponente más constante fue o es Diego Schoening.
No me hagas pensar, por simple lógica, que ese gusto por Dalí no nació por una inquieta lectura sobre el loco de Figueres o que no fue por ver las tepalcuanas de Gala en un cuadro o por el trillado pero brillante Progresión y Degradación de la Memoria, si no que salió de haber escuchado "E Un genio Salvador Dalí" de Mecano.
Los Cano y la Torroja no me desagradan, al contrario, pero siento que tu cultura musical viene directamente ligada a las melodías que tus oídos captaron mientras estabas formado en la cola de las tortillas.
Tampoco creas que ese blog está dedicado a tu triste, quijotesca y lánguida figura, no es para tanto, pero eres el mejor ejemplo (a no seguir) que tuve a la mano para despotricar contra la retimbirichización de este país.
¿No nos damos cuenta que quieren revivir el engendro surgido del gran copión que es Luis de Llano, quien tuvo la brillante idea de crear hace un buti de años un Parchis a la mexicana?
En el remoto caso de que lo lograra y que surgiera otra generación como la de Basi, habría que lamentarlo más que la muerte de Antonio Aguilar (Taaaany para mí) o que la derrota frente a los gringos en pambol.
Timbiriche, nombre tomado del antiguo juego de puntitos donde se forman cuadritos, es uno de los pasajes más tristes y pobres de la cultura mexicana y más que reeditar su "gloria" deberíamos cerciorarnos de que su "legado" muera con los Basis que los adoran.
Hay algo más en este enésimo reencuentro timbiricho que no logró digerir: los tipos y tipas llámense Benny ("músico" fracasado cuyo sustento familiar viene de ser hijo de Julissa y de su padre, reciente y ridículamente autodeclarado gay a los 65 años), Sasha (yunkie y meretriz con papa en la boca, que se cree "súper" culta), Alix (¿alguien me puede decir algo que haya hecho esta gordita sin chiste?), el esposo de Andrea Legarreta (no me acuerdo de su nombre y ese ha sido su único "mérito" en 25 años), Mariana Garza (hija de otra Garza que decía ser su hermana, esposa del hijo de Sonny Alarcón, ex integrante de Botellita de Jérez. Su currícula hace palidecer la de Niurka, sin broncas) y el maestro Schoening (quien va de puerta en puerta comprobando la blancura de los calzones de la gente), aceptaron sin tapujos que se reunieron para sacar lana, de los ...... (prefiero no adjetivar algo que terminará siendo una ofensa) que llenan sus 99 presentaciones consecutivas en el Auditorio Nacional. ¡No puede ser que la telesecundaria no llegara a tantos rincones de la República Mexicana y eso provocara tanta ignorancia! Me pregunto, ¿no les da pena?
Reconozco que por ahí en la boda de Rolando he sido de los que se paran a echar desmadre con el "Con todo menos contigo", porque tampoco soy un amargado y cuando voy a una fiesta me divierto con lo que haya y con quien esté, pero de eso a proclamarme "Generación Timbiriche", nunca, digo, hacer eso es no tener temor de Dios.
Ahora con reality, reunión y comerciales inundando la televisión, alguien pretende dar de comer a estos parias del espectáculo, menesterosos de la calle del arte y profanadores de tímpanos, pero bueno, Basi y compañía, si así son felices no me regoderaré en su miseria, ni emprenderé una campaña tipo Vasconcelos para hacerlos gente.
Mejor diré que si yo tuviera que decirme, proclamarme o autonombrarme miembro de una generación, diría que soy Generación Iron Maiden, porque mientras Basi bailoteaba con Cocorito yo hacía sonidos guturales para imitar las guitarras de Dave Murray y Adrian Smith, einfructuosamente intentaba que mi lengua siguiera el ritmo del bajo de Steve Harris.
Pero tampoco creo que haya un grupo, cantante, tonada o ritmo que me defina como parte de la Generación tal o cual, ni miembro de un tiempo época o lo que sea. Por ahí me decía mi amigo Simón que escuchó quejarse a alguien cuando le decían "esta canción es de tus tiempos" y a lo que contestó "esos fueron mis tiempos y estos también son mis tiempos, no me he muerto".
En fin, yo fui un puberto heavy (que ahora me salen con que es Happy Metal, ni maíz, es rock y punto). Adoraba a Scorpions, Judas Priest, Saxon, Motorhead, Def Leppard, Van Halen, Rainbow, ZZ Top, Helloween y Metallica. Poco a poco con los años, no muchos, antes de los 15, ingresé a la liga de los que también morían por Pink Floyd, Yes, Emerson, Lake and Palmer, y así mis oídos en lugar de radicalizarse se han abierto a muchas formas de hacer ruido.
Actualmente paso sin prejuicios de Camarón de la Isla, al maestro Sabina, de ahí a Benny Moré o Soda Stereo o los Vines o Travis o los Killers, sin importar que pueda haber una escala en Compay Segundo, Serrat, Ismael Serrano, Fito Páez, System of a Down, Caetano Veloso, Chico Buarque, Depeche Mode, Armando Rosas, Juan Luis Guerra, Charlie Parker, Jaime López o Arthur Rubinstein.
Para mí sólo hay dos tipos de música: la bien hecha y la mal hecha, y dentro de la buena escojo la que me dice algo, pero nunca dejo de reconocer cuando algo es bueno aunque no vaya conmigo.
Mi estimado Basi de la música que captaste en la cola de la tortillas te hubieras quedado con Raphael, Los Ángeles Negros, Sandro, Leo Dan, Napoleón, José José o hasta los Pasteles Verdes. Lo de Timbiriche sí me da penita ajena, para qué te digo que no, es como de colegiala de escuela de monjas, que encima de todo se siente trasgresora e iconoclasta. Pero, nunca cambies, sólo no te reproduzcas, plis.

06 junio, 2007

Enjoy the silence of the lambs

¿Y ahora? ¿Título en inglés? Pues sí, se me antojó poner un encabezado en la lengua de Mick Jagger por dos motivos: uno, porque hermana (no del verbo presta, si no del verbo junta) dos cosas tan distintas como disfrutables, que son este caso Depeche Mode y la película de Jonathan Demme, basada en el libro de Thomas Harris, y pues, en español pues ni cuadraban ni sonaban igual, y segundo, porque si lo hubiera puesto en español el título de la película "El silencio de los inocentes" no servía para mis malévolos planes.
Lo que yo quise fue que se quedara el término lambs, porque voy a hablar de las siempre folclóricas y sobreestimadas Chivas.
Miren que me chocan esos que todo lo ponen en inglés, como si se tratara de un código secreto o un mensaje en una lengua muerta, creyendo que así pocos lo entenderán, o que lo hacen simplemente para darse su taco. Vean los chats y están llenos de frases nombres y jaladas escritas en inglés (muchas veces escritas con las nalgas y la luz apagada). Muy su gusto, pero lo mío fue para poder ligarlo con el Omniequipo.
Conste que este espacio no pretende ser futbolero, pero es demasiada tentación ver a medio México y medio mundo, como creen ellos ser, tirado en el piso llorando su derrota, metiendo la cabeza en el hoyo que dejó una avestruz que le iba al América, y no meterles un cate extra.
Y cómo hablar ahora de Chivas sin burlarme –le voy al América– de las lágrimas de cocodrilo de Jonny (apa nombrecito que le pusieron a éste tenochca) Magallón o de la supuesta bravura de Omar que dando de manotasos y patadas quiso sustituir su falta de gol, del "Venado" que ni a Bambi llegó.
Obviamente que me hace muy feliz que las Chivas estuvieran tranquilamente en su casa viendo Yo amo a Juan Querendón (no creo que ninguno esté leyendo un libro) mientras se jugaba la Final del Clausura.
Fue realmente un hermoso momento presenciar vía televisiva cómo a las chivitas se les abría la cajuela y a pesar de "ser el equipo que mejor juega" (según algunos) no saben meter un gol.
Ahora la pregunta es, ¿a qué viene al caso esto, cuando la gozosa situación a la que me refiero pasó hace más de dos semanas? Pues porque la empecé a escribir el lunes siguiente a la Semifinal de Vuelta, donde el Chiverío se fue a ver a Vergara por perder.
Esto no quiere decir que no sea actual, pero por si las dudas agrego que me parece la manera más tonta de querer arruinar la carrera de un prometedor patea-balones, el que don V pretenda que Giovani juegue en el Re-baño.
El amigo Verch de plano cumple con aquél verso de Sabina: "Era tan pobre, que no tenía más que dinero". Todo lo quiere comprar, pero no se detiene a pensar (mucho pedir) el daño que le puede hacer al hijo de Zizinho llevándolo a la "Tierra de la Tortas Ahogadas".
Ya puedo ver cómo el siempre gracil, técnico y delicado Maza, o el no menos virtuoso Patlán se prenden porque el moreno los elude en un entrenamiento y le hacen sushi la tibia y el peroné.
Pero también me cuesta trabajo vislumbrar a Joan Laporta preguntando: "¿Se acuerdan del chico mexicano que teníamos?, ¿saben si sigue jugando?" De plano Gio desaparecería del mapa como el encargado de alimentar al Tigre Toño y a Simba.
De verdad que no es porque sean las Chivas, mira que si América estuviera intentando lo mismo, opinaría igual, pobre Giovani sería para él una decisión tan dulce como escoger si morir quemado o ahogado.
Pero como aquí el loquito es don George, el barón de los polvos, sólo me queda decir para reforzar lo dicho por, él sí Don, Sabina lo que decía don Fecundo Cabrón o Facundo Cabral, que en este caso se aplica en el futbol sólo algunas veces, porque ahí (como en todo el mundo) todos tienen un precio: "Sólo lo barato se compra con el dinero".