Los que me conocen un poco saben que respeto y admiro a Ernesto Guevara de la Serna, El Che. Que por eso me he documentado e investigado sobre su vida, sin caer en fanatismos, y más allá de desmitificarlo, el conocer su vida me ha hecho llevar la admiración al terreno humano más que al político o ideológico.
Por eso, no podía perderme la película, El Argentino, y definitivamente no me gustó. ¿Por qué si la imagen del Che no es desvirtuada ni tiene un mensaje proyanqui? Pues porque para mí fue como un "Che for Dummies", la historia oficial contada ya miles de veces, desde que Omar Shariff se animó a empaparse del halo de grandeza del doctor rosarino.
Está totalmente basada en diarios escritos por el propio Guevara, la película es como su evangelio, las frases son exactas y redactadas con acuciosidad, son el reflejo de lo que el Che escribió luego de que pasaban las cosas en el plan de dejar un documento oficial de una revolución, pero no tiene alma.
Es una película panfletaria, es como una biblia de izquierda, entiendo que para hacer una película del Viejo o Nuevo Testamento no hay más que unas fuentes y por eso esa películas son tan parecidas y tiesas como una pintura, pero aquí no tenía que ser el caso.
Creo que con tantos documentos y testimonios de personas que aún viven y que estuvieron con el Che, con libros como el de Taibo II o el de Castañeda (que quería tirar el icono y terminó haciéndolo más grande) podría Soderbergh haber construído un personaje más humano, más creíble, porque obviamente que el Che no era ese personaje tieso que cada vez que habría la boca soltaba una neta, y Camilo no era ese bufón que cada que lo hacía soltaba un mal chiste.
Creo también, que Benicio del Toro, como productor de la película, sucumbió ante el vanidoso acto de interpretar a una persona que imanta con su personalidad, y como seguro alguien le dijo que se parecía, más se hinchó de soberbia y lo hizo. Su actuación me parece buena, pero el casting es lamentable.
Por momentos, bien lo dijo Cyn, parece Jorge Ortiz de Pinedo en el papel del Che, pero tiene ángulos donde está muy clavado, como en su alegato en la ONU. Lo que no checa es que Del Toro mide 1.88, mientras que Ernesto Guevera era un hombre de 1.73, ¡un poco más bajo que yo!
Con la magia del cine, eso no es problema, si no se te ocurre contratar a un Fidel Castro como Demián Bichir, que me cae muy bien, pero mide 1.80, mientras que el Comandante en Jefe es un hombrón de 1.91. Total que en las escenas que salen juntos, parece el "mini mi" de Fidel junto a la estatua del Che que está en Santa Clara. Una total desproporción de catastróficas dimensiones.
Además Bichir tiene una vocecilla de pito camotero, que no tiene nada que ver con el timbre del ahora agonizante líder cubano.
Para acabar pronto, como espectador, si no fuera porque conozco la historia y porque me interesa, me hubiera parecido una película lenta, sin dejar de lado que el gran desperdicio que es tener a un auténtico cubano como Jorge Perugorría en un papel donde apenas habla dos líneas.
Es más, una ambientación y escenografía hollywoodense, pero inmediatamente se ve que los extras son mexicanos, no parecen cubanos, y de eso se da cuenta fácilmente alguien que vive en América Latina.
Pero, ¿a ti te gustó la película o ando de mamón y no me gusta nada?
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
Ps no la he visto, y cuando lo haga ya vendré a comentar de nuez. Pero lo que dijeron es que está rechafa el Bichir, y que en una escena sale atrás el letrero de BANORTE, jajaja...
Me llama la película, creo que puede ser interesante. Veremos y evaluaremos
Publicar un comentario