28 noviembre, 2006

Maldito domingo

Ahora que Raúl Velasco pasó a dormir con los peces, no pude evitar el recuerdo dominguero de mi infancia.
No piensen que voy a empezar a decir que me da nostalgia o que me formó o algo así, para nada, al contrario, ahora que todo mundo rescata sus "aportes" a México, yo recuerdo todo lo que me quitó.
Para empezar, ver que salía con sus papeles agarrados entre anular y meñique y en la misma mano el micrófono ya era sinónimo de es domingo, de qué hueva, de no he hecho la tarea, de no hay nada más en la tele, de nomás tenemos una tele, de parece que soy el único contreras que alucina a ese güey, y de qué hecho yo para merecer esto (diría Almodóvar).
Ver, tirado en la alfombra, el avance del kilométrico programa, era sentir que se acababa el fin de semana, era recordar que el viernes le había dicho a mi mamá que no tenía tarea, que el sábado en casa de mi tío me había divertido pensando que en un ratito la hacía, pero era repasar de qué se trataba el "deber escolar inconcluso".
Invariablemente había un momento en el que abría el cuaderno y ¡huevos! Necesito una cartulina blanca y una monografía, pero, ¡la papelería cierra en 15 minutos!
Y ahí te voy a pedir dinero para el material, a recibir (cuando me iba bien) un regaño, una amenaza, un castigo y un jalón de orejas hasta la puerta para correr a comprar lo necesario.
El "deadline" para terminar la tarea eran los créditos de Siempre en Domingo, donde acompañado de la cancioncita y al término del número final, casi siempre del ballet de Milton Ghio o del de Amalia Mendoza, aparecían escenas de todo el nefasto vía crucis dominical "artista por artista" (no sé a qué alma se le ocurrió decirle artista a tanto intento de cantante o de actor, cuando esa palabra implica un grado máximo de realización de alguna de las tareas que marcan las musas, y no alguien que sale en la tele. Carajo, yo escribo y la literatura es un arte, pero no por eso ¡soy un artista!).
Total, si pasaban los créditos y la tarea seguí inconclusa, (mía o de alguno de mis hermanos) aparecía la lágrima, el moco y el jalón de pelos, ante cada "¡Apúrate!, ¡así no se hace!, ¡eres un burro!". Pobres de mis papás, qué pesadilla.
Pero a toda esa atmósfera digna de antidepresivos o mínimo un alcohol, contribuía en gran parte el "Genio de Celaya" con su filosofía de dos pesos, con su pésimo gusto para dictar lo que tenía de escuchar el "pueblo" y sobre todo su chabacano sentimentalismo (muy barato) de chillar cada vez que volaba la mosca o que iba a saludar a la venerable señora (creo que se llamaba Catita o algo así) que tenía más años yendo cada domingo al Foro 2 de Televisa, que de pensión en el ISSSTE.
Su cultura muy guanajuatense (como la de Fox) denotaba una cultura ínfima (como la de Fox), su sentido del humor pésimo (como el de Fox) y su prepotencia (como la de Fox) sobra decir que me zurraban.
Un domingo con Raúl era un domingo echado a perder, y tuvo tanto tino el señor que arruinó (a él mismo y a su familia) hasta el último domingo de su vida, con la ocurrencia de en ese mero día entregar el equipo.
Personaje funesto don Raúl del que estuve muy contento el día que supe que de su programa no habría "aún más".

5 comentarios:

Chanfle II dijo...

Mi corta edad durante el clímax de SED me impedía reflexionar tan críticamente en el momento en que Yuri cantaba El Apagón. Además, envuelto en el familiarísimo concepto de domingo que tenía mi madre, tampoco tenía mucho pa dónde hacerme.
Lo que sí recuerdo era que me cuestionaba porqué coños siempre salían los mismos. Ésa era mi duda interna, que con los años afloró, y al no encontrar respuesta con mi televisa madre, se convirtió en un autoritarísimo OFF.
Y algo que me intriga es, ¿les cae que Raúl Velasco amerita tanto 'homenaje'? Digo, cada quién, pero yo no le entro. Sea como sea, descanse en paz.

Anónimo dijo...

Pepper, yo también crecí con "Siempre lo mismo", porque entonces, en mi niñez, también teníamos sólo un televisor, a blanco y negro, de esos que se cambiaban con una perilla!!! y no había de otra. Aunque algunas veces mi hermano y yo le cambiábamos al cinco para ver al entonces "intrépido de Michael Knight y su compañero automotriz Kitt, que salía los domingos a las ocho de la noche (si mal no recuerdo). Era patético ver a la nefasta India María echarle los perros a su "güerito" y peor aún cuando a todos les daba su patadita de la buena suerte!!! Y más todavía, cuando en su programa salían los famosísimos Hermanos Zavala, emergidos de la OTI. Ahora bien, que paradoja no?, se muere el día que transmiten su homenaje y de paso les arruina la fiesta a su familia, que no a los televisos, quienes aprovecharon perfectamente el momento, como acostumbran. A ver si a Chabelo, quien tiene más años en la tele y con quien también crecimos, pero en su caso todas las mañanas domingueras, también le hacen tremendo homenaje y Yuri, quien salía con él, lo mismo que Marcela Pezet, a quienes él dio a conocer, asisten al velorio.

Jorge Jair Melendez dijo...

Afortunadamente, una de las muchas cosas que puedo agradecerle a la nada ortodoxa educación que me dio mi madre, en una familia disfuncional que a duras penas se ganaba el apelativo de "famiia", es que, por eso (creo), no tenía cabida entre los montones de familias que se chutaban esa basura cada domingo.
Mamá prefería ponerle a las series del 5 y mis hermanos y yo divagábamos libremente en mundos de fantasía contenidos en nuestra recámara de cuatro por cuatro sin ninguna censura.
El imbécil que educó a miles de mis compañeros de primaria y secundaria pasó inadvertido por mi vida y así como me importó un comino su programa cuando era transmitido, no sentí que me perdía nada cuando ignoré su retiro y, aunque suene mal, ningún pelo de mi cuerpo cambió de posición cuando supe que se había felpado.
Ojalá y Dios perdone su funesto legado y la manera en que idiotizó a millones durante tantos años.

Anónimo dijo...

Primero que nada, ¿ya sabes quién escribe, no? Digo, por el sobrenombre que bien tuvieron a ponerme en la redacción de un diario conservador en donde te obligaban a usar corbata. Bueno, para más señas, soy orgullosamente coapense (hoy más que nunca).
En mis ya lejana infancia siempre tuve una duda respecto a la TV: ¿Por qué el señor Jorge Saldaña acaparaba toda la programación sabatina del entonces Canal 13 (Desayunando con Saldaña, Anatomías, Sopa de Letras, Nostalgia...) y por qué el celayense sujeto que se están comiendo los gusanos desde hace ocho días hacía lo propio con la tarde dominguera de Canal 2?
Pero hablando del celayense, recuerdo que su monopolio dominguero se vio interrumpido cuando apareció en TV "Acción", que salía después de "México, magia y encuentro". Terminaba "Acción" y mi padre, no sin antes de maldecir mil veces al enano este, cambiaba de canal para ver DeporTV.
Por lo tanto no tengo recuerdos, ni buenos ni malos, de "Siempre en domingo", aunque ahí salieron en alguna ocasión David Lee Roth y Quiet Riot haciendo playback.
Lo que sí me hizo encabronar mal fue que previó al Pumas-Pachuca, de cuartos de final, se rindiera un minuto de aplausos al pendejo este, justo ahí, en el estadio de CU, con el edificio de rectoría de fondo. Y para colmo, pierden los pinches Pumas, que en alguna ocasión alinearon a un "jugador" homonimo de ese ojete, que venía del Guadalajara.
Raúl Velasco, aún muerto seguiste haciendo daño. Burn in hell!!!!!!

Anónimo dijo...

Toño, yo me daba escapadas los domingos a jugar futbol a la cuadra. Me extraña que con tus ondas rebeldoides fueses un niño que aguantara los jalones de orejas y que tuviera que cumplir, sí o sí, con las tareas escolares.

¿Podrías contar algún día que en la misma vida alabaste a Iron Maiden y viste a Raúl Velasco?