23 abril, 2008
Semos muchos y muy machos...
Definitivamente ya no hay hombres. Esa es una cantaleta que le he venido oyendo a las mujeres año tras año en donde quiera que esté o trabaje.
Algunas de ellas no están en posición de alegar falta de varones guapos, pero lo hacen todas. Piden un Brad Pitt de mensajero o un George Clooney en intendencia y no valoran lo que tienen a la mano.
En su defensa diré que efectivamente no hay muchos galanes de película tecleando notas o tasajeando textos, y que también los hombres solemos caer en esa manía de decir, aquí no hay mujeres guapas.
También es común el bonito comentario de: los hombres que valen la pena o ya están casados, tienen novia o son gays. Ese es bueno, porque me incluye dentro de los que "valen la pena".
Lo que no acaban de entender muchas de esas mujeres es que los hombres que buscan o que añoran, son remedos de carne con testosterona aplicada en una mínima dosis y que por lo general son más bonitos y cuidadosos de su aspecto que ellas.
Me refiero a los tan apreciados metrosexuales. Estos seres que gastan millonadas en cremas para el cutis, tratamientos para blanquear dientes, piel y hasta traseros, que también invierten en sesiones de Depilité, se sacan las cejas y sienten un furor casi uterino cuando ven un aparador con marcas como Gucci, Prada, Dolce & Gabanna. Dilapidan dinero en cortes de cabello que salen más caros que todo lo que pago en peluquero en un año.
Se hacen el manicure, pedicure y peeling tan seguido como yo me muerdo las uñas.
¿De verdad les gusta un hombre que use más cremas que ustedes o que al verlo una mañana tenga dos rodajas de pepino, una por ojo, una mascarilla de aguacate embarrada en la faz y un turbante de toalla con un tratamiento hidratante? Allá ustedes.
Pero los verdaderos hombres somos los retrosexuales, los que le abrimos la puerta del coche a la dama, los que somos varoniles no hermosos, los que bebemos cerveza no coctelitos de colores, los que tratamos de vestir bien pero sin ser modelos de pasarela. Los que comemos tacos, los que nos gustan los deportes, el rock, los coches y las mujeres.
Vamos al peluquero, nos rasuramos con jabón o espuma normal, nuestro rastrillo dura hasta seis meses, sabemos escupir lejos y jugar rayuela. Vemos el box y albureamos. Disfrutamos un real ambiente de cantina (no la Vitrola y esos lugares que usan los oficinistas para llevar a la secre como detalle). Gozamos de la cantina para jugar dominó, donde casi sólo hay hombres, no hay valet parking y los meseros no te acosan por la propina. Antes que un antro, preferimos un bar.
No somos machos, somos hombres. Porque nos gusta el arte y lloramos, somos chillones y buenos padres, algunos sabemos bailar y no usamos lociones que huelen a sandía.
Los representantes más importantes de esta corriente son, fueron y serán maestros como el Indio Fernández y Pedro Armendariz (muy galán por cierto). No quiere decir que yo crea que un hombre deba ser exactamente así, pero son geniales en el estereotipo del machote y eso me recordó un clásico del cine nacional.
Aquél que haya visto la película "La cucaracha", una de mis preferidas, adorará esos diálogos imposibles entre el Indio (Coronel Antonio Zeta) y la Doña (La Cucaracha).
- "Cuando llegaste al pueblo y no me veías, yo gritaba para que me vieras, por eso me burlé de ti, porque no me mirabas y yo quería que me vieras... ya me dolía que no me tuvieras, mi Coronel... porque te voy a querer mucho, mi coronel, te voy a querer mucho", dice La Cucaracha a su "Juan" mientras toman un heladito y ella deshoja un clavel con aprehensión.
Y la respuesta del mentao Coronel Zeta: "Sí, pues. Ahora cómase su helado de flores".
Una vez que la Cucaracha ya logró llevarse al Coronel Zeta al cinco letras, discute con él y le mete una cachetada, pero se encuentra con este discurso.
- ¡Nunca le pegue a un hombre! Ahora desnúdese que va a ser mujer.
Bragado sujeto que encarna el alter ego retrosexual. Ahí les van otras frases inverosímiles --nadie habla así--, pero que son joyas de las plumas de Ismael Rodríguez y Ricardo Garibay. Recordar que la voz del "Indio" está doblada por Narciso Busquets, un vocerrón de hazte pa'llá.
Es una cantina y entra Armendariz muy dolido en su papel del Coronel Valentín Razo.
- “¿Usted es el mentado Zeta?”
- “Hey, así es, ¿pa’qué soy bueno?”
- “Pos seguro pa’nada, igual que todo lo que empieza con Zeta”.
- “Uy, mi coronel, pos será que como usted la trae atravesada en el nombre… si quiere le enseño cómo ponerla al final. Sus palabras son de poco vivir o de querer vivir poco".
La discusión es derivada de los amores previos entre Razo y la Cucaracha, por lo que una vez en el cuarto de hotel Zeta le da su lugar al otro especímen.
- Allá abajo hay un hombre que está dolido de quererla. No se ve poca cosa. Y pues, lástima de hombre o lástima de mí.
Y pues fue lástima de Valentín Razo, quien murió en el duelo.
Pero esa clase de hombres con un extremo sentido del honor, del respeto por el rival, parece que ya sólo los hubiera en las películas, pero no, volteen a su lado, como ellos hay muchos en las redacciones de la vida.
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9 comentarios:
No podía haberlo descrito mejor. El chiste es tratar de hacerlas entender de que se trata más de actitud que de imagen, es acerca del fondo y no la forma. Si pues!
HAY FORMAS RESCATABLES, HAY FONDOS INFUMABLES. DEPENDE DE CADA CASO.
Prefiero a un hombre, y no necesito que me abra la puerta del carro y le encante alburear.
Lo bueno es que sí existe y me quiere.
Tienes toda la razón mi querido Pip. El punto es la actitud. Se trata de ser varón con todo lo que eso implica, porque hay 'hombres' que de varones sólo tienen el sexo.
Afortunadamente todavía existen mujeres que nos prefieren sobre los 'nenes'.
En fin, me parece ésta una gran entrega de tu blog.
Un abrazo
Saludos
By Carni Boy
ahora resulta que muy machos no?
Bravísimo. Y por lo que veo acá arriba, no falta el acomplejado que no puede exaltar la hombría por temor a sonar "macho". Ay tú, yi yi. Este blog es para hombres, no chavitos, mamadores o payasos.
alguna muiestra de la hombría del chanfle ii????? pura palabrería
Pepe Toño, no olvides que estamos los varones reversibles, que somos machos poir dentro y metrosexuales por fuera de nacimiento, sin cremitas ni nada, jejeje
Un abrazo desde http://recordmexico.blogspot.com/
http://misoginiayliberacion.blogspot.com/
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