Miguel Bosé escogió las 11 rolas que le hubiera gustado escribir e hizo un disco. Inspirado en eso iba a elegir las 11 canciones que cada vez que oigo digo: "esto parece que lo escribí yo, dice lo que quiero decir, ojalá y algún día escriba algo así o diga lo que circula junto a mis glóbulos rojos y blancos, de esa manera".
"Yo vengo a ofrecer mi corazón", del maestro Fito encabezaba la lista, seguía "Corazón de Cacto", del insigne López; "Cisne", de Catana interpretado por la Camerata Rupestre se contempló, cómo no, pero el problema fue cuando llegué a Sabina y dije: "de Sabina, por supuesto que una..." y no pude decidirme por una, mejor cambié a las 11 rolas de Sabina que le han dado rewind, forward y play a mi vida.
Para la gente de mi generación, y de algunas otras con buen gusto, el andaluz de Jaén, no es un referente, es un torrente de música, al que de sólo escucharlo te metes como en la Matrix, pero en el que no importa que Nabucodonosor naufrague y no vuelvas.
Sabina es una dimensión aparte, un género aparte, una especie aparte, parte rock, parte canción, dos partes de poesía, tres de ingenio, cuatro de desfachatez y 500 noches de desvelo.
Con Sabina hay chocolate pero es amargo, el amor es un accidente donde todos jugamos pero siempre gana la soledad, donde al que le llega el amor lo echa a perder, y donde el amor es tan eterno como una noche y tan puro, que con cualquier prostituta puedes llegar al paraíso.
"Yo vengo a ofrecer mi corazón", del maestro Fito encabezaba la lista, seguía "Corazón de Cacto", del insigne López; "Cisne", de Catana interpretado por la Camerata Rupestre se contempló, cómo no, pero el problema fue cuando llegué a Sabina y dije: "de Sabina, por supuesto que una..." y no pude decidirme por una, mejor cambié a las 11 rolas de Sabina que le han dado rewind, forward y play a mi vida.
Para la gente de mi generación, y de algunas otras con buen gusto, el andaluz de Jaén, no es un referente, es un torrente de música, al que de sólo escucharlo te metes como en la Matrix, pero en el que no importa que Nabucodonosor naufrague y no vuelvas.
Sabina es una dimensión aparte, un género aparte, una especie aparte, parte rock, parte canción, dos partes de poesía, tres de ingenio, cuatro de desfachatez y 500 noches de desvelo.
Con Sabina hay chocolate pero es amargo, el amor es un accidente donde todos jugamos pero siempre gana la soledad, donde al que le llega el amor lo echa a perder, y donde el amor es tan eterno como una noche y tan puro, que con cualquier prostituta puedes llegar al paraíso.
Sabina no se autocompadece, más bien socarrónamente goza el desamor al que intencionalmente viaja para poder cambiar de dama, de historia y de desdicha, acompañado de excesos y bohemias.
Y como ya fue mucho capote, pasamos al siguiente tercio de esta faena que es cuando quise escribir la canción más hermosa del mundo, pero ya había llegado Sabina para hacer varias.
Así estoy yo sin ti
Amargo como el vino del exiliado. como el domingo del jubilado, así estoy yo sin ti. Cada simil y cada metáfora, desde entonces marca registrada del sabinesco "know how", casi fueron como un hachazo en la cabeza: claro que hay que enamorarse, que sufrirlo, pero decirlo sin rosas, cielos azules y bellezas infinitas.
Y sin embargo... te quiero
De sobra sabes que eres la primera, que no miento si juro que daría por ti la vida entera,
por ti la vida entera; y, sin embargo, un rato, cada día, ya ves, te engañaría con cualquiera,
te cambiaría por cualquiera.
Que alguien me diga que no es así la vida y me mudo con él o ella al castillo Cenicienta.
Contigo
Y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren.
Sí me gusta todo lo que trae el estar contigo, todos esos tediosos problemas, pero por lo estoy es por ti.
Besos de Judas
Cuanto más le doy ella menos me da. Por eso a veces tengo dudas, ¿no será un tal Judas
el que le enseñó a besar?
¿Quién no ha mendingado un poco de amor y encontrado su Judas?
Con la frente marchita
Y como ya fue mucho capote, pasamos al siguiente tercio de esta faena que es cuando quise escribir la canción más hermosa del mundo, pero ya había llegado Sabina para hacer varias.
Así estoy yo sin ti
Amargo como el vino del exiliado. como el domingo del jubilado, así estoy yo sin ti. Cada simil y cada metáfora, desde entonces marca registrada del sabinesco "know how", casi fueron como un hachazo en la cabeza: claro que hay que enamorarse, que sufrirlo, pero decirlo sin rosas, cielos azules y bellezas infinitas.
Y sin embargo... te quiero
De sobra sabes que eres la primera, que no miento si juro que daría por ti la vida entera,
por ti la vida entera; y, sin embargo, un rato, cada día, ya ves, te engañaría con cualquiera,
te cambiaría por cualquiera.
Que alguien me diga que no es así la vida y me mudo con él o ella al castillo Cenicienta.
Contigo
Y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren.
Sí me gusta todo lo que trae el estar contigo, todos esos tediosos problemas, pero por lo estoy es por ti.
Besos de Judas
Cuanto más le doy ella menos me da. Por eso a veces tengo dudas, ¿no será un tal Judas
el que le enseñó a besar?
¿Quién no ha mendingado un poco de amor y encontrado su Judas?
Con la frente marchita
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás, sucedió.
Que alguien lo desmienta.
Calle Melancolía
Trepo por tu recuerdo como una enredadera, que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy esa absurda epidemia que sufren las aceras, si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.
Esta es quizás una de las más azotadas y flagelantes letras de Sabina, peroaquí la música es tan depresiva, que llega ser casi una pieza maldita.
Cerrado por deribo o Nos Sobran los motivos
Para decir "Con Dios" a los dos nos sobran los motivos.
A tomar por culo, pues. Cada quien por su lado pero con flamenco y alegría.
A la orilla de la chimenea
Puedo ponerme cursi y decir que tus labios me saben igual que los labios que beso en mis sueños, puedo ponerme triste y decir que me basta con ser tu enemigo, tu todo, tu esclavo, tu fiebre, tu dueño.
Y si quieres tambien puedo ser tu estacion y tu tren, tu mal y tu bien, tu pan y tu vino, tu pecado, tu dios, tu asesino…
O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.
Y si quieres tambien puedo ser tu estacion y tu tren, tu mal y tu bien, tu pan y tu vino, tu pecado, tu dios, tu asesino…
O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.
Esta canción la hubiera escrito para Cyn. Joaquín me ahorraste la tinta y te puedo asegurar que le encantó.
Yo me bajo en Atocha
A mitad de camino entre el infierno y el cielo… yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid
Esa la escribió para que me acuerde de Gus, un hermano que la vida me puso para beber un cubata en las malas, para llorar en las peores y para reir siempre.
Princesa
Ahora es demasiado tarde, princesa. Búscate otro perro que te ladre, princesa.
Una princesa caída en desgracia, la misma que nos maltrató, regresa y la bateamos. Esta es una utopía.
19 días y 500 noches
Lo nuestro duró lo que duran dos peces de hielo en un güisqui on the rocks(...)
Siempre tuvo la frente muy alta, la lengua muy larga y la falda muy corta.
Por mucho, porque parece más flamenca que El Camarón, y por la chispa de sus sonetos, como decía Matute "esta canción la canto yo, todo el día". Y sí, hay mujeres así.
Total, creo que esto no lo escribí yo, lo escribió Joaquín, a quien plagio siempre a veces hasta conscientemente.
Para Cyn que me enamoró con mentiras piadosas, y para Gus "cómo no recordarte".
"Este adiós no maquilla un hasta luego.
Este nunca no esconde un ojalá.
Estas cenizas no juegan con fuego.
Este ciego no mira para atrás
Este notario firma lo que escribo.
Esta letra no la protestaré
ahórrate el acuse de recibo,
estas vísperas son las de después.
A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitir que taladre
un corazón podrido de latir.
Eeste pez ya no muere por tu boca,
este loco se va con otra loca
estos ojos ya no lloran más por ti".
Joaquín Sabina